Sabemos que un buen café hace por una oficina lo mismo (bueno, casi lo mismo) que un buen director de recursos humanos: poner a todo el mundo contento. Por eso nos dimos a la tarea de ayudar a las empresas a decirle adiós a las viejas grecas que solo saben a café requemado y maluco.
¡Porque todos nos merecemos café del bueno!